¡Transfiguración!

¡Transfiguración!
¡Ven Señor Jesús!

martes, 27 de abril de 2010

A nuestros Sacerdotes, que nos alimentan con el Pan Vivo bajado del Cielo y con su Sangre que nos redimió. Y a través de quienes Cristo, Sacerdote Eterno, nos perdona nuestros pecados. Con gratitud a su oblación.

¡Tiemble el hombre todo entero, estremézcase el mundo todo, y exulte el cielo cuando Cristo, el Hijo de Dios vivo, se encuentra sobre el altar en manos del sacerdote!

San Francisco de Asís -Carta a toda la Orden.

ODA SACERDOTAL

por Fray Jerónimo Verduzco, ofm

Compromiso de ser más que de hacer,

tu nombre.


Arder en plenitud

y asir la soledad ungida de reproches.

Cumplirte y completarte, pero no en el abrazo ni en el acorde;

porque la Cruz te espera con los brazos abiertos

y el celo te devora como azul llama insomne.


Sellado con Su sello, ya no hallarás quietud;

ya para siempre –en júbilo o en llanto-, el sacerdote,

el pasto y el pastor de las ovejas, la voz en el desierto

y el padre de los pobres.


Víctima con la Víctima cada día en el Calvario,

te inmolas inmolando –hombre para los hombres-,

el mismo altar, y el mismo sacrificio,

y la misma inocencia y los mismos ardores.


Palpas el eco exangüe del silencio,

para que otros escuchen Su Voz en otras voces:

¡Urgencia de irradiar, sílaba a sílaba, la Música del Padre!

¡Oh silencio Palabra en cada grito sordo de acallados redobles!


Caminas entre sombras

inundando de sol el cauce de otras noches.


Mueres para vivir y hacer vivir: aleteo de palomas

en la triste carcoma de otros huesos sin nombre.


Navegas en la sed, para que otros apaguen,

en fuentes de agua viva, su nostalgia de dioses.


No ser para ti mismo: ser para los demás, amigos y enemigos,

el siervo, el padre, el hombre.


Príncipe, taumaturgo y profeta cada día transustancias

la espiga en otro Grano y el vino en otros Odres:

¡por ti baja a nosotros, fraternal, eucarístico, auténtico,

Su Cuerpo de esponsales y Su Sangre vertida en oblaciones!


Venir, mas no para quedarte;

porque tu vida es revestir el aire de cenzontles;

es deshojar las rosas en las rutas del tiempo

y libar el perfume hasta los bordes;

es tender al herido la mano en el camino

y es erigir el júbilo del Mensaje de los pobres;

es ir hacia Su Padre y Nuestro Padre, la cruz sobre los hombros

y las manos heridas por puñales de adioses.


Compromiso de ser más que de hacer,

tu nombre.

Casa de la Orden Franciscana Seglar.

Méjico, Tlalpan, D.F.

Año del Señor de 1977.

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